La Shimizu Corporation (una empresa de construcción japonesa) ha propuesto recientemente un plan para aprovechar la energía solar en una escala mayor con la construcción de un cinturón de celdas solares alrededor de la Luna.
De acuerdo con la compañía un Cinturón Lunar de casi 11,000 kilómetros por todo el ecuador podría recolectar electricidad que sería transmitida a la Tierra mediante microondas de gran alcance y rayos laser, satisfaciendo las necesidades energéticas de todo el mundo.
Para su construcción se emplearían robots – de nivelación, montaje y equipamiento – teleoperados desde la Tierra las 24 horas e inspeccionados por un grupo de astronautas. Casi como en la película Moon (2009) en donde un astronauta se ocupaba de la supervisión de maquinaría que extraía Helio-3 para una multinacional energética.
El Anillo Luna inicialmente tendría un ancho de unos pocos kilómetros, pero podría extenderse hasta 400 kilómetros de ancho. La energía eléctrica generada por las celdas solares se transmite por cables eléctricos a las instalaciones locales de transmisión. Después de la electricidad se convierte en microondas y rayos láser que se transmiten de manera precisa a receptores de 20 kilómetros de diámetro en la Tierra, donde nuevamente se convierten en electricidad y se suministra a la red eléctrica.
Shimizu señala que una de las mayores ventajas del Anillo Lunar es que la Luna prácticamente no tiene atmósfera, por lo que no hay mal tiempo o nubes que podrían obstaculizar la eficiencia de los paneles solares. Como tal, el Anillo Lunar alcanzaría generación continúa 24/7 de energía limpia, lo que podría poner fin a nuestra dependencia de los recursos naturales limitados.
De acuerdo con la compañía un Cinturón Lunar de casi 11,000 kilómetros por todo el ecuador podría recolectar electricidad que sería transmitida a la Tierra mediante microondas de gran alcance y rayos laser, satisfaciendo las necesidades energéticas de todo el mundo.
Para su construcción se emplearían robots – de nivelación, montaje y equipamiento – teleoperados desde la Tierra las 24 horas e inspeccionados por un grupo de astronautas. Casi como en la película Moon (2009) en donde un astronauta se ocupaba de la supervisión de maquinaría que extraía Helio-3 para una multinacional energética.
El Anillo Luna inicialmente tendría un ancho de unos pocos kilómetros, pero podría extenderse hasta 400 kilómetros de ancho. La energía eléctrica generada por las celdas solares se transmite por cables eléctricos a las instalaciones locales de transmisión. Después de la electricidad se convierte en microondas y rayos láser que se transmiten de manera precisa a receptores de 20 kilómetros de diámetro en la Tierra, donde nuevamente se convierten en electricidad y se suministra a la red eléctrica.
Shimizu señala que una de las mayores ventajas del Anillo Lunar es que la Luna prácticamente no tiene atmósfera, por lo que no hay mal tiempo o nubes que podrían obstaculizar la eficiencia de los paneles solares. Como tal, el Anillo Lunar alcanzaría generación continúa 24/7 de energía limpia, lo que podría poner fin a nuestra dependencia de los recursos naturales limitados.
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